Quiero invitarlas a que leamos juntas el siguiente texto bíblico:
San Juan 20:11- Pero María estaba fuera llorando junto al sepulcro; y mientras lloraba, se inclinó para mirar dentro del sepulcro;
20:12 - y vio a dos ángeles con vestiduras blancas, que estaban sentados el uno a la cabecera, y el otro a los pies, donde el cuerpo de Jesús había sido puesto.
20:13- Y le dijeron: Mujer, ¿por qué lloras? Les dijo: Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto.
20:14- Cuando había dicho esto, se volvió, y vio a Jesús que estaba allí; mas no sabía que era Jesús.
20:15- Jesús le dijo: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que era el hortelano, le dijo: Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo lo llevaré.
20:16- Jesús le dijo: ¡María! Volviéndose ella, le dijo: ¡Raboni! (que quiere decir, Maestro).
Me identifiqué con María en algunas situaciones difíciles de mi vida, en dónde me encontré llorando por la dificultad que estaba atravesando, la cual no me dejaba ver que mi Salvador estaba a mi lado para socorrerme.
!Pero qué maravilloso es ver a Jesús qué estaba a su lado, allí en su sufrimiento, en el dolor de haber perdido a su Maestro!
María no estaba mirando con los ojos de la fe en ese momento, ella estaba viendo solamente en el plano natural, pero cuando Jesús se acerca y entabla con ella una conversación, los ojos espirituales de María fueron abiertos.
Jesús le dijo...Mujer ¿Por qué lloras? Él estaba reivindicando su feminidad, estaba entrando a los más profundo de su corazón y se estaba mostrando interesado en saber lo qué le pasaba.
María por su tristeza no podía ver quién estaba parado frente a ella, se sentía sola, abandonada, angustiada.
Pero Jesús ahora la llama por su nombre...!María!
Y esto conmueve mi alma amadas amigas, porque Jesús siempre nos llama por nuestro nombre, Él habla a nuestro interior y nos despierta el espíritu.
Puedo imaginarme a María en ese momento, su fibra más íntima fueron conmovidas, me impactó cuando leí...Volviéndose ella, le dijo: !Raboni!.
Ahí me dí cuenta la necesidad de quitar nuestra mirada de toda situación adversa que nos rodea y volvernos al Maestro. Es necesario que cada segundo de nuestra vida pongamos los ojos en Jesús. Amadas... Hoy Jesús nos sale al encuentro, hoy nos dice...¿Por qué llorás?... ¿Qué es lo qué te preocupa? ¿Por qué está triste tu corazón?
Hoy Jesús se pone a nuestro lado y nos llama por nuestro nombre, restaurando nuestro interior, dando aliento a nuestra alma tal vez cansada, dando ánimo a nuestro corazón quizás abatido y dando soplo de vida a nuestro espíritu atribulado.
Isaías 60:1- "Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz,y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti."
Hoy Dios nos está llamando, Él nos está invitando a levantarnos y a resplandecer por medio de Cristo Jesús, nos está mostrando su gloria y nos está llenando con la presencia bendita del Espíritu Santo.
Fuente: Simplemente sencilla y apasionada
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