Tengo todo lo que necesito


Por naturaleza el ser humano no está satisfecho al 100% de su situación actual, siempre queremos más, porque somos seres dinámicos, cambiantes y por eso estamos soñando y generando ideas de lo que queremos lograr. Tenemos un anhelo de crecer y avanzar, lo cual es muy positivo cuando disfrutamos y agradecemos a Dios por lo que tenemos en el presente. Lamentablemente estamos inmersos en un mundo del “si tan solo tuviera” que todo pareciera insuficiente.
Si te familiarizas con lo que acabas de leer, es importante que consideres que el contentamiento viene de adentro, no por satisfacer las necesidades externas; así que considera los siguientes puntos para enfocarte en lo que tienes y no en lo que te hace falta.
Cambia tu actitud
Mejor es una mentalidad de gratitud que de exigencias; en vez de estar descontenta porque aún no puedes comprar el auto que quieres (o gente que pudiera pensar “me merezco”), da gracias por el vehículo actual; o bien, inconforme por estar pensando si tan solo tuviera un mejor sueldo, cuando se puede estar agradecida porque tienes trabajo, recuerda no hay dinero que alcance.
No está mal buscar la prosperidad, el éxito o mejorar en lo que te propongas. Dios mismo nos exhorta a trabajar: “Esfuércense, no sean perezosos y sirvan al Señor con corazón ferviente” Romanos 12:11 y “Hagan lo que hagan, trabajen de buen gana” Colosenses 3:23-24. Siempre y cuando aprendamos a estar contentas con lo que se tiene día a día.
Busca la fuente de paz
Si quieres una vida tranquila, independientemente de las circunstancias, refúgiate en el único que puede brindarte esa paz que sobrepasa todo entendimiento: Cristo Jesús, quien da esa fortaleza y tranquilidad ante cualquier situación. Que mejor ejemplo que uno de los personajes bíblico más influyente de la vida cristiana: Pablo, que estando en la cárcel escribió la carta a los Filipenses, donde les dice que aprendió a contentarse cualquiera que fuera su situación “Sé vivir en pobreza, y sé vivir en prosperidad; en todo y por todo he aprendido el secreto tanto de estar saciado como de tener hambre, de tener abundancia como de sufrir necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Y mi Dios proveerá a todas vuestras necesidades conforme a sus riquezas en Gloria en Cristo Jesús”. Con todo y de que estaba en la cárcel, Pablo expresó su contentamiento de corazón , porque su felicidad no dependía de las circunstancias si no la fe y amor en Dios.
Sé agradecido
Siempre te hará falta algo, pero el simple hecho de tener un techo donde dormir y alimento, debería ser más que suficiente para estar agradecida con Dios, todo lo demás es ganancia.
Deja de comparar, de ver la vida como una carrera, de ver quien tiene más, quien es más genial, inteligente, bella, etc. enfócate en lo que realmente importa en tu diario vivir. Tienes lo que necesitas.
Aleja de mí la falsedad y la mentira; no me des pobreza ni riquezas sino sólo el pan de cada día. Porque teniendo mucho, podría desconocer y decir: “¿Y quién es el Señor? Y teniendo poco, podría llegar a robar y deshonrar así el nombre de mi Dios. Proverbios 30:8-9
Por último, doy gracias a Dios por tu vida, porque tienes lo que necesitas, ni más, ni menos. Que sigas disfrutando el día a día con los tuyos sin afanarte en las necesidades externas, para que tengas contentamiento en el presente por medio de la paz en tu corazón.
Autor del texto : Norma Peraza


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