El Señor nunca está lejos de nosotros. Una vez que ponemos nuestra confianza en Él, Él es fiel para protegernos y defendernos Él nos ama y podemos poner nuestra fe y respeto en él. Aunque la vida puede llegar a ser tormentosa y áspera, el Señor está allí para calmar las aguas y caminar seguros.
Oración: Amado Señor, protégeme de las cosas que me pueden dañar. Mantente cerca de mí, pues yo no conozco ningún otra fuerza mayor que las tuyas. Amén.
Fuente :Devocionales
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