¿ Soy un ejemplo a seguir?





Prudencia

Veamos el significado de esta palabra :

- Templanza, cautela, moderación, sensatez, buen juicio, virtud que consiste en discernir entre hacer lo bueno y lo malo, seguirlo o huir de ello.

Esto me recuerda a la mujer de prov. 31 ¿la recuerdas? estuvimos viendo de ella como esposa en nuestro viaje de "aprendiendo de las esposas de la Biblia"

Su corazón consagrado a Dios le hizo servir a los demás con amor, sometiéndose voluntariamente a su esposo. Pero volvamos a nuestro tema de hoy ¿Cómo implica que una esposa sea prudente?

Veamos unos ej. y comparémosla con lo que dice la palabra de Dios:

  1. Ella sabe hablar y sabe callar; su lenguaje en todo tiempo y es el resultado de su vivir diario. El libro de prov.10:19 dice  que en las muchas palabras no falta el pecado. Esta mujer evita el chismorreo y se dedica a orar en lugar de pronunciar palabras vanas. Es mejor guarda silencio que pecar con los labios. Salmos 141:3-4 dice " Pon guarda a mi boca oh Jehová, guarda la puerta de mis labios. No dejes que se incline mi corazón a cosa mala, a hacer obras impías con los que hacen iniquidad y no coma yo de sus deleites" Esta oración deberíamos decirla cada día.
La biblia compara a la mujer imprudente como zarcillo de oro en el hocico de un cerdo (lee prov.11:22) 
Como madres , esposas, como mujeres estamos llamadas a ser prudentes, a apartarnos de toda actitud ridícula y tristemente desubicada que no glorifique a Dios.
Ser mujer prudente demanda sensibilidad y respeto en nuestro hablar, la discreción nos lleva a pensar y someter nuestra lengua y pensamiento al  control del Espiritu Santo.
Quizás tu seas madre, o tía o abuela, y en nuestro papel de mujer prudente Dios nos demanda enseñar a las mas jóvenes, y la mejor forma es con nuestro ejemplo.  Siempre habrá una mujer más joven a nuestro lado a quién debemos enseñar . Veamos que dice Tito 2:1-8 " Pero tú habla de acuerdo con la sana doctrina. Que los ancianos sean sobrios, serios, prudentes sanos en la fé, en el amor en la paciencia. Las ancianas asimismo sean reverentes en su aporte, no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien, que enseñen a las mujeres jovenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes castas cuidadosas de su casa, buenas sujetas a su marido, para que la obra de Dios no sea blasfemada. Exorta asimismo a los jovenes que sean prudentes, presentandote tú  en todo como ejemplo de buenas obras, en la enseñanza, mostrando integridad seriedad, palabra sana e irreprochable de modo que el adversario se averguence y no tenga nada malo que decir de vosostros"

Para Dios es tan importante que lo dejo como requisito para los obispos. En 1ºTimoteo 3:2 "Pero es necesario que el obispo sea irreprensible marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso
hospedador, apto para enseñar"
Nuestro Padre quiere que la prudencia sea mostrada en todos los aspectos de nuestra vida, en mi forma de hablar de vestirme, de conducirme a diario. ¿Podriamos hacernos unas preguntas de auto examen?
*¿Mi esposo, mis hijos me consideran una mujer prudente?
*¿He sido prudente al vestirme?
*¿He respondido con sabiduria ante algun conflicto o me dejé llevar por el arrebato hiriendo a persona que me rodean( vecinos, familia, hermanos de la fe, compañeros de trabajo, de estudio)
*¿ He hecho el ridículo en publico?
*¿Pueden ver reflejado a Cristo en mi los de mi entorno?
*¿Soy un ejemplo a seguir?
*¿Que reflejo cuando abro mi boca?
*¿Me gustaría que mi hija, mi nieta, mi sobrina, fueran como yo?
*¿Me he preguntado que quiere Dios de mi?
El quiere ver al Espiritu Santo reflejado en nuestro diario vivir
Galatas 5:22-25 "22Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.24Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.
25Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. 26No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros."

Lei este articulo y quiero compartirlo con ustedes
Una palabra irresponsable: puede encender discordias.
Una palabra cruel: puede arruinar una vida.
Una palabra de resentimiento: puede causar odio.
Una palabra brutal: puede herir o matar.
Una palabra amable: puede suavizar las cosas.
Una palabra alegre: puede iluminar el día.
Una palabra oportuna: puede aliviar la carga.
Una palabra de amor: puede curar y dar felicidad.

Nuestras palabras tienen vida, para bendecir o maldecir.
Usemosla para alentar, consolar no para juzgar,  condenar, o maldecir.


A tus pies Flor de Cristo
Fuente: Una mujer prudente (Olimar Nuñez de Pirela)












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