Instruyendo a nuestras hijas: Introducción




Introducción


Es maravilloso y honorable emprender la jornada de entrenamiento de nuestras hijas. Es una bendición y privilegio que Dios nos haya escogido y bendecido con hijas. Y cuando aceptamos este llamado con valentía y estima, trazamos un camino hacia una aventura llena de trabajo, esfuerzo, sacrificio, dolor, gozo, paz y triunfo. 
Proverbios 22:6 nos advierte que debemos de instruir, o entrenar, a nuestras hijas. En otras palabras, es nuestro deber transmitirles cierto conocimiento y valores, y prepararlas,según el plan y diseño de Dios, para que puedan enfrentar la vida con sabiduría, fuerza y honor.
Vale la pena recalcar que el entrenamiento requiere mucho trabajo y sacrificio. Solo observemos a cualquier entrenador de alguna disciplina de deporte y vamos a ver que se requiere de una gran determinación y mucha disciplina. La ventaja que tenemos sobre estos entrenadores es que ellos luchan por un premio que no durará por siempre, y nosotras por uno que hará eco en la eternidad: la vida de nuestras hijas glorificando a Dios.






Una Visión Para Tu Hija


Es imposible realizar un adecuado trabajo de entrenamiento si no entendemos el diseño de Dios para la mujer. Como madre, tenemos que conocer, o dedicarnos a explorar el corazón de Dios en este asunto tan vital. Ignorar o desviarnos de este plan maestro, no solo traerá mucha confusión y dolor en la vida de nuestra hija, sino que le estaríamos fallando directamente a Dios. Una vez que tenemos una imagen clara de lo que Dios desea de nuestras hijas, debemos mantener esa visión fresca en nuestros corazones, día a día.

Ayuda Idónea

Tu, yo, tu hija, mi hija, y TODAS las mujeres de este planta fueron creadas para ser una ayuda idónea, o sea 
la ayuda ideal de un hombre. (La UNICA excepción, son las mujeres que han sido específicamente llamadas por Dios para servirle en un estado de soltería. Este llamado trae mucho gozo, no tristeza, ni desilusión, ni desesperación.) Este mismo mensaje es ridiculizado por muchos, denigrado por otros, criticado por algunos e ignorado por la mayoría. Pero Dios lo estableció muy claramente desde el principio (Gen. 2:18), y en ningún otro lado de las Escrituras nos indica que ha cambiado de parecer. Así que para comenzar a formular una visión para nuestras hijas, debemos de tener una imagen clara de su futuro como esposa.

Todos los días se presentan diversas oportunidades para entrenar a nuestras hijas a ser excelentes futuras esposas. En la práctica, en vez de ver a una niñita mal educada, egotista, insensata y desobediente, debemos de ver a esta misma niña como una esposa aprendiz que necesita mucha ayuda. Y su madre querida es la ideal para esta tarea.









Madre

Lo mas seguro es que nuestras hijas también serán madres.  Ya sea que Dios las permita concebir hijos o no, ellas van a tener el instinto natural de querer criar y cuidar niños. Es bien importante fomentarle ese instinto lo mas temprano posible. Que una niña ‘cuide,’ ‘alimente’ y ‘duerma’ a sus muñecas es un cuadro hermoso porque revela en una forma pura los instintos que Dios delicadamente diseño en las mujeres. Pero esto no se debe limitar a las mas chicas. A la joven se le debe estimular y animar a que busque siempre estar ayudando a su madre, si es el caso, o a otras madres con hijos pequeños con el cuidado de ellos. No solo estamos promoviendo y fomentando el instinto de una madre, sino que le estamos dando la oportunidad que le sea de bendición a otros a través de su tiempo y ayuda.








Reto

Nuestras hijas deben amar la familia. Deben ver al matrimonio con honor y la crianza de hijos  como uno de los mas nobles llamados. Ellas deben entender las implicaciones eternas de ser una buena ayuda idónea y madre.
Si no has estado entrenando a tus hijas a la luz del plan y diseño de Dios, ve a nuestro Padre y pídele dirección y guía. Si no tienes una visión para tu hija, tomate un tiempo a solas con Dios y visualiza su futuro y  lo que El quiere en la vida de tu hija.
No importa si tu vida en el pasado no haya reflejado el plan de Dios para una mujer, dale la bendición a tu hija de una oportunidad para hacer las cosas bien. Si tu madre no hizo un buen trabajo, no repitas el ciclo. Dios te ha dado todas las herramientas para hacer Su voluntad. Recuerda que al emprender este piadoso camino, tenemos a un mundo entero en nuestra contra. Pero en Dios, hay victoria. 

Mañana : Carácter y actitudes

Autora: Karisa Rivera
Adaptación: Flor de Cristo





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