Lo que tengo te lo doy
Hechos 3:6-7
No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy: en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda. Entonces lo tomó por la mano derecha y lo levantó. Al instante se le afirmaron los pies y tobillos.
★ Pensamientos del Día:
Hace algunos días estaba conversando con un joven que era alcohólico y acababa de recaer después de haber permanecido sobrio por casi un año. Parece que cada vez que me veo confrontado con una circunstancia trágica como esta, quiero meterme en ella a ver si al menos --por mis palabras o mis acciones -- pueda salvar a esa persona. El resultado neto es que, no tengo votos cuando llegue el momento en el que este hombre deba decidir si se toma un trago o no.
A veces una persona puede sentirse tan perdido, tan solo, tan indefenso. Pueden sentirse sin poder alguno sobre sus propias vidas. En el caso del pordiosero -- su parálisis desde el nacimiento, o en el caso de mi joven amigo -- su naturaleza adictiva. Pedro vio dentro de esta falta de esperanza; él habló con el poder del Espíritu, en nombre de aquel que tiene autoridad sobre todas las cosas -- "Camina"; entonces lo tomó de la mano y lo ayudó a subir.
Esta última acción, ayudarlo a subir, es una prueba de fe y humildad. De fe, porque se debe estar absolutamente convencido de que Dios puede sanar y sanará de acuerdo a Su voluntad soberana; y de humildad, porque si Él elige sanar o no sanar, no es por tu gran fe o por la falta de ésta. Pienso que muchos milagros no suceden frente a nuestros ojos, porque Dios conoce nuestra naturaleza, Él sabe que estamos a la distancia de un milagro de estar embebidos en un circuito de habladuría -- de decirle a todo el mundo acerca de nuestra "gran fe", en vez de hablarles sobre el grandioso poder de Dios.
★ Preguntas para Reflexionar:
Así que, ¿qué es lo que nosotros tenemos que podamos darle a alguien? ¡Dales a Jesús! Él es el programa del "primer paso" más grandioso que existe. Estoy siendo recordando de las palabras de Pedro, "__________ o ________ no tengo, pero lo que tengo te lo doy. En el nombre de Jesucristo de Nazareth, __________."
Llena los espacios en blanco la próxima vez que estés trabajando con alguien en una situación desesperada.
Fuente: Devociones de Bolsillo
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)





0 comentarios: