"Se arrodilaba tres veces al día y oraba y daba gracias delante de su Dios..." (Daniel 6:10)

La oración debería mover todas nuestras acciones yno existe mayor secreto que ella para la armonía familiar y conyugal. Además de las oraciones individuales también debemos hacerlo parte de la dinámica familiar ; por las mañanas, antes de la comida, y en los devocionales familiares . Según un estudio solo 8% de los matrimonios oran juntos una vez por semana. Que no nos extrañe que los matrimonios cristianos fracasen y que cada véz más padres cristianos lloren por hijas adolescentes embarazadas, hijos rebeldes que se marchan de casa, o vaguen en el submundo de drogas, sexo u ocultismo.
La oración tiene el poder de fortalecer a las familias y hacerlas felíces. ¡Es por ello que el enemigo se esfuerza tanto para distraer a las familias con "compromisos importantes" quedando sin tienpo para la comunión de la familia con Dios. Es este el momento para que padree hijos se unan y abran los corazones a Dios y le presenten sus dificultades, temores y responsabilidades que cometiron y tal vez hirieron a otros. Significa que debemos orar con uestros hijos y enseñarles cómo debemos acrcarnos a Dios.Significa que debemos demostrar que Dios lo es todo en nuestras vidas y su amor nos hace pacientes, tolerantes y bondadosos. Es en ese momnto que también abrimos nuestros corazones a Dios en tiempos de disconveniencias conyugales .
Te comparto un testimonio 
" yo estaba amargada por
algo que mi marido había dicho. Al notar que estaba triste, él me llamó hasta
el cuarto y me pidió que me arrodillara con él. Confieso que fue incómodo arrodilarme,
pues ese acto implica humildad y mi ego estaba herido. Pero yo me
arrodillé, y recuerdo bien las palabras de mi marido: “Señor, me gustaría pedirle
perdón a mi esposa, porque la amargué. Gracias por el matrimonio que tenemos.
No quiero que esté triste por mis palabras o actitudes. Ayúdame a ser un
mejor esposo. Amén. No necesito decir que ese acto fue el remedio que mi corazón
necesitaba, y llegó a ser un hábito en casa. De oración conyugal se extendió
a oración familiar: cuando hay alguna situación delicada con nuestras hijas, orar
juntos mencionando la situación y nuestra disposición para ser mejores resuelve
el obstáculo. Es la mejor solución."
Conclusión: La oración es el método, no solo para la comunión con Dios, sino
para la comunión en familia y entre amigos.
** Actividad sugerida:
¿Qué tal empezar por usted? ¿Hay alguna desavenencia? ¿Algún motivo para
agradecer? Invite a su cónyuge o hijo y ore con él. Haga de eso un hábito y notará una sorprendente renovación espiritual en la familia
Para interactuar:
1. ¿Qué hace cuando enfrenta dificultades en familia?
2. ¿Cultiva el hábito de orar sola y en familia?





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