"Y por esto procuro tener siempre una conciencia sin ofensa ante Dios y ante los hombres" Hechos 24:16
Dios nos ha dado a cada uno una conciencia que nos hace sentir culpables cuando hacemos lo malo. En el libro de Romanos Pablo la describe diciendo que ella nos acusa o nos defiende.(2:15).
Para el seguidor obediente de Cristo, ocuparse de la conciencia es una forma importante de permanecer dentro de los límites de la moralidad a pesar de ser imperfecto.Confesar el pecado, alejarse de él y enmendar los daños debería ser un estilo de vida ( 1ª Juan 1:9; Levítico 6:2-5)
Pablo fué un modelo de cómo cuidar la conciencia, al declarar "Y por eso procuro tener siempre una conciencia sin ofensa ante Dios y los hombres" (Hechos 24:16).
Mediante la confesión y el arrepentimiento, le rendía cuentas a Dios constantemente.
¿El pecado te está molestando? Sigue el ejemplo de Pablo; procura tener una conciencia limpia.
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