Como enfrentas tu la muerte?


Mejor es ir a la casa de luto que a la casa de banquete; porque aquello es el fin de todos los hombres, y el que vive lo pondrá en su corazón. Eclesiastés 7:2.

Aquella noche marcó mi vida para siempre, Acabábamos de festejar el cumpleaños de mi hermano, y había vuelto a mi hogar a la medianoche. Me dirigí a la cocina en busca de algo para beber, cuando escuché unos ruidos extraños que provenían de la pieza de mi abuelo. Me acerqué a ver qué sucedía, y allí lo vi: mi querido “gallego”, de 84 años, estaba acostado en su cama, descompuesto, sufriendo un infarto. Mis llamadas a gritos despertaron a la familia, que acudió inmediatamente. En medio de nuestra desesperación, de llantos y de frenéticas oraciones angustiosas, mirándome fijamente con un sentimiento de súplica, mi abuelo falleció en mis propios brazos.

Mi abuelo era un humilde y noble español que había dejado su patria y a su madre a los dieciséis años, para venir a la Argentina con sus hermanos. En este país, trabajó denodadamente de sol a sol, formó una familia, dio educación a sus hijos y ayudó a criar a tres de sus nietos. Pero nunca más volvió a ver a su madre, quien falleció en España extrañando a su hijo.

Te puedo asegurar cuán terrible y revelador es el “espectáculo de la muerte”; ese instante ínfimo, pero decisivo, en que una vida humana culmina su historia y sella su destino para siempre.

En ese momento, en que sostenía el cuerpo inerte de mi abuelo entre mis brazos, se produjeron en mi mente y en mi corazón una serie de pensamientos angustiosamente acuciantes: ¿Cuál es el sentido la vida, si todo acaba con la muerte? ¿Qué otra cosa importa realmente en esta existencia terrenal, salvo vivir brindando amor a los que nos rodean? ¿Qué puede ser más importante que estar seguros de si realmente existe Dios y si hay una esperanza de reencuentro con los amados que hemos perdido? ¿Debemos resignarnos a despedimos para siempre de ellos?

Sí, necesitamos que Dios exista, que haya una esperanza más allá de la tumba para nosotros y para nuestros amados. Y si lo necesitamos tanto, ¿no te parece que tener la seguridad de la existencia de Dios y buscarlo hasta encontrarlo debería ser tu mayor ambición en tu vida?

"Tesoros escondidos"


Share this Post Share to Facebook Share to Twitter Email This Pin This Share on Google Plus Share on Tumblr

0 comentarios:

Nossotras con Dios © 2014. All Rights Reserved | Powered By Blogger | Blogger Templates

Designed by-SpeckyThemes