La juventud está para compensar las inseguridades y los errores. La madurez, para afrontar los cambios de la vida y de nuestro cuerpo. Aprovechemos la madurez para convertirnos en una gran mujer, más fuerte, más valiente, más segura y mucho más atractiva.
La juventud puede ser embriagadora y deseable, pero en el medio plazo, si sólo es eso, aburre.
Por muy atractivas y jóvenes que podamos ser, si no cultivamos nuestra personalidad, sólo seremos como la bonita portada de un libro, que una vez ojeado, no apetece leer. Sustituyamos nuestras preocupaciones más banales y ocupémonos de equilibrar nuestra vida con nuevos y apasionantes retos.
Ni una sola mujer en el mundo puede compararse contigo. Como tú, no hay ninguna. Explota siempre lo mejor de ti, sin compararte con nadie más. No importa tu edad, ni tu altura, ni tus medidas. Si tú te sientes bella, así te verán.
Autor: Luna
La juventud puede ser embriagadora y deseable, pero en el medio plazo, si sólo es eso, aburre.
Por muy atractivas y jóvenes que podamos ser, si no cultivamos nuestra personalidad, sólo seremos como la bonita portada de un libro, que una vez ojeado, no apetece leer. Sustituyamos nuestras preocupaciones más banales y ocupémonos de equilibrar nuestra vida con nuevos y apasionantes retos.
Ni una sola mujer en el mundo puede compararse contigo. Como tú, no hay ninguna. Explota siempre lo mejor de ti, sin compararte con nadie más. No importa tu edad, ni tu altura, ni tus medidas. Si tú te sientes bella, así te verán.
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