“Jehová me ha premiado conforme a mi justicia; conforme a la limpieza de mis manos me ha recompensado” - (Salmo 18:20).
Jesucristo es la parte invisible del creyente. El creyente es la parte visible de Cristo. Él es visto en nosotros y a través de nosotros. Somos la parte invisible de Cristo. Lo que hacemos en su nombre es la representación de Él al mundo.
Haga algo con sus manos hoy, que sea un testimonio de Jesucristo a un mundo perdido que observa: limpie el jardín de alguien incapacitado, cómprele algunos comestibles a alguien en necesidad, una noche cuide los niños de una madre soltera para que ella pueda descansar,o visite a un anciano.
Jesucristo es la parte invisible del creyente. El creyente es la parte visible de Cristo. Él es visto en nosotros y a través de nosotros. Somos la parte invisible de Cristo. Lo que hacemos en su nombre es la representación de Él al mundo.
Haga algo con sus manos hoy, que sea un testimonio de Jesucristo a un mundo perdido que observa: limpie el jardín de alguien incapacitado, cómprele algunos comestibles a alguien en necesidad, una noche cuide los niños de una madre soltera para que ella pueda descansar,o visite a un anciano.
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