A pesar de los temores
De repente Jesús se puso en medio de ellos y les dijo: “Paz a vosotros” (Lucas 24:36). Ellos estaban aterrorizados. Pensaban que era un espíritu.
La biblia nos relata que los discípulos por miedo a los fariseos estaban encerrados, porque los habían acusado de robar el cuerpo de Cristo, Aun con tantas pruebas contundentes del carácter divino de Jesús, los fariseos se negaban a creer que el era el Mesías y los discípulos huyeron por temor, igual que Elías huyo tras la amenaza de Jezabel.
Esos hombres habían visto a multitudes comer con 5 panes y dos peces. Fueron los mismos que vieron resucitar los muertos, también quienes echaron fuera demonios en nombre de Jesús, pero en el momento maás importante de la historia ellos estaban ¡temerosos y encerrados! A tal punto que no fueron capaces de reconocer al mismo Jesús confundiéndolo con un espíritu.
Nos pasará lo mismo a nosotros? ¿Cuántas veces hemos visto la mano poderosa de Dios moviéndose a nuestro favor y en el momento de la persecución desfallecemos, nos llenamos de temor?
“Pero él les dijo: ¿Por qué estáis turbados, y vienen a vuestro corazón estos pensamientos? Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo. Y diciendo esto, les mostró las manos y los pies.
El amor de Jesús por sus discípulos, como por nosotros, es tan inmenso que conoce nuestros más íntimos pensamientos, dudas, temores, falencias. En ningún momento les recrimina su incredulidad y temor sino que con suma paciencia les explica que ¡ES EL MISMO!
Jesús viene por ti, a tu escondite dispuesto a hacerte ver que El es la llave de liberación, el es el mismo libertador, su amor te cubrirá tanto que renovara tus fuerzas y hará que renazcas y vueles alto como las águilas.
Luego de ese encuentro en ese escondite se produjo uno de los hitos más grandes de la historia cristiana “el pentecostés”
Que tengas temor, no significa que seas un perdedor, porque Cristo perfecciona día a día la obra que inicio en ti. En lo más profundo de tus temores el irrumpe con luz de salvación y redención, con espíritu de verdad y valentía. Aunque te escondas el sabe dónde estás y luego de tratar con tus temores, te convertirá en un agente de cambio no sólo para tu historia personal y para su cuerpo, sino para toda la humanidad
Autor : Nadia Sandez
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