Promesas Poderosas par toda Mujer, Promesa 8, "Su aliento"
Introducción:
¡Tengan Aliento! El Señor que está siempre presente está alli... en la quietud, junto a las aguas tranquilas... y en el temblor de las montañas; en la casa y en el hogar... y en el hospital, en las acusaciones... y en la absolución, en el juicio...y en el triunfo; en el dolor...y en el placer; en las épocas de actividad...y en la vejez; en la prisión...y en el paraíso.
Él está allí cuando cruzamos las guías ...y cuando cruzamos los ríos...y cuando caminemos por el fuego.
★ Aquí habita El Señor : Jehová- Sama
Como ha ocurrido con los otros nombres y características de Dios que hemos considerado, hay una historia detrás de Jehová- Sama
Este nombre aparece en el Antiguo Testamento, en el libro de Ezequiel.
Ezequiel era uno de los profetas de Dios que fue llevado como cautivo a Babilonia junto con el pueblo de Dios, (Ezequiel 1:1) Dios le pidió a Ezequiel que anunciara a la nación de Judá que ellos habían sido destruidos y sacados de su tierra natal debido a sus pecados (Ezequiel 2:5)
¡Ni hablemos de oscuridad! Israel se encontraba en el punto de mayor decadencia de su historia. Y debido a su castigo, el pueblo de Dios había pasado a ser un pueblo orgulloso de corazón endurecido, a pesar de haber sido quebrantados espiritualmente. A pesar de que habrían sido orgullosos y obstinados, al fín habían llegado al lugar (lejos de su tierra querida y como esclavos de un gobierno extranjero) donde vivieron en humillación y verdadero pena por sus pecados. Como un destello que atravesó los oscuros cielos que pendían esta escena de dolor (verdaderamente un valle de oscuridad para el pueblo de Dios), vino la deslumbrante promesa de esperanza y aliento de Dios, según las palabras que pronuncia Ezequiel: " Dios restauraría la tierra de Judá y su pueblo regresaría a ella " Y así como Ezequiel anunció aquello; cuando ellos llegaron finalmente "a casa" Jehová también estaría allí. En Jehová- Sama (Ezequiel 48:35), tenemos la promesa de Dios de restauración, aliento y esperanza. "Aquí habita el Señor"
Sé que este nombre de Dios, Jehová- Sama "aquí habita el Señor" suena reconfortante y fortalecedor, y despierta sentimientos de alivio y confianza. Pero contiene algo más que una simple emoción. La particularidad y gloria de la religión de Israel había sido siempre la Presencia de Dios habitando en medio de ellos. Ya fuera por medio del ángel del Señor, o de su gloria que moraba en la nube y en la columna de fuego y en el tabernáculo y en el templo de Dios, Dios estaba presente con u pueblo. El vivía en una ciudad; la ciudad de Dios (que significa literalmente Jehová- Sama "Aquí habita el Señor" Y Él era ayudador de su pueblo. Lejos de Sión, la ciudad de Dios, había confusión y tumulto, guerra y ruina. Pero en Sión y junto a Dios había seguridad, protección y tranquilidad. ¿Porque? Porque allí habitaba el Señor; Jehová-Sama. ¡La Presencia de Dios estaba allí!
✿ Reflexionemos :
Cuando David describió "el valle de sombra y de muerte" tomó conciencia de la Presencia de Dios. Y querida amiga, esa es la razón por la cual usted y yo también, como preciosas ovejas de Dios, podemos caminar por todos los valles oscuros sin temor alguno. ¿Porqué habríamos de temer si caminamos en la Presencia de Dios, nuestro Pastor? ¿Porqué habríamos de temer si el Señor está allí?
Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia. Por eso, no temeremos aunque se desmorone la tierra y las montañas se hundan en el fondo del mar; aunque rujan y se encrespen sus aguas, y ante su furia retiemblen los montes, Selah (Salmos 46:1-3)
✔ El aliento se encuentra alli
Si, aunque ande en valle de sombra de muerte... a pesar de que el valle tenebroso es uno de los senderos de Dios, el viaje por el valle no es muy placentero. Es un camino rodeado de peligros constantes. Hay rocas y peñascos. Hay temperaturas extremas, hay senderos por el desierto y por las montañas escarpadas. Hay serpientes venenosas, hay animales salvajes que merodean allí.
✿ Reflexionemos un poco más:
Un cierto ingles escribió y nos recordó lo siguiente "Si nos han dicho que estaremos viajando
por un sendero desigual ¡entonces cada sacudida nos confirma que estamos aún en la senda correcta" (F.B.Meyer)
Así que una vez más, queridas amigas mías, ¡tengan aliento! ¡Dios, nuestro Pastor, está armado! por tanto como sus amadas ovejas no tenemos nada de que temer, ya sea de día o de noche. ¿Porqué? Porque en la mano del Pastor se encuentran dos herramientas nada desdeñable que aportan aliento a nuestro corazones; "Tu vara y tu cayado me infundirán aliento" Ustedes y yo a medida que avanzamos por la vida, tenemos la promesa del aliento de Dios.
Mañana leeremos sobre "La vara y el cayado de Dios" ¡Acompáñame!
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