Hay cosas en nuestra vida que necesitan un ¡ya no!




¿Cuándo fue la última vez que dijiste esto? ¡YA NO!. Si no lo has hecho ultimamente es un buen momento para repetir esto varias veces.
Creo que es un buen ejercicio porque dentro de tí estás queriendo decirlo y hoy tienes esta oportunidad.
Tú y yo enfrentamos situaciones que muchas veces demandan esta respuesta ¡YA NO!. Sin embargo, se necesita una determinación seria para poder llegar someterse a la decisión que conlleva el decir “YA NO”. 
El apóstol Pablo en Romanos 6:1-6 nos habla de la vida a la que hemos sido llamados. El nos dice da una definición de esa vida y nos dice cómo podemos llegar a vivirla. Es más, nos dice cual es el resultado de vivir esa vida. Leamos:
“Ahora bien, ¿deberíamos seguir pecando para que Dios nos muestre más y más su gracia maravillosa? ¡Por supuesto que no! Nosotros hemos muerto al pecado, entonces, ¿cómo es posible que sigamos viviendo en pecado? ¿O acaso olvidaron que, cuando fuimos unidos a Cristo en el bautismo, nos unimos a él en su muerte? 4Pues hemos muerto y fuimos sepultados con Cristo mediante el bautismo; y tal como Cristo fue levantado de los muertos por el poder glorioso del Padre, ahora nosotros también podemos vivir una vida nueva.Dado que fuimos unidos a él en su muerte, también seremos resucitados como él.Sabemos que nuestro antiguo ser pecaminoso fue crucificado con Cristo para que el pecado perdiera su poder en nuestra vida. Ya no somos esclavos del pecado”.
Después de leer esto me doy cuenta que hay dos estados de vida en los que podemos estar. El primero es continuar viviendo esclavos del pecado y el segundo unidos a Cristo con una vida nueva.
Si me dieran a escoger, por supuesto que escogería una vida nueva. Creo que tú también lo harías. ¿Por qué entonces es que se nos hace difícil escoger esta nueva vida? Es más, muchas de nosotras vivimos en esclavitud hacia adicciones de toda índole. Vivimos con odio, rencor, falta de perdón, temores, y muchas cosas más. Hemos perdido nuestra identidad de co-partícipes con Cristo en su muerte y resurrección y nos hemos dejado llevar por nuestras propias pasiones y deseos.
Muchas de nosotras estamos necesitando decir un ¡YA NO! porque de esta decisión depende el resto de nuestras vidas. Puede ser que tu ¡YA NO! no esté ligado a un pecado. Quizá es un hábito o conducta que debes rechazar porque eso puede llevarte hacia algún pecado en tu vida. Puede ser que estás coqueteando con un pecado que puede llevarte a un abismo de destrucción. A esa situación es tiempo de decirle: ¡YA NO!.
Tengo la tendencia a justificar cosas en mi vida que no son malas en sí pero que interrumpen aquello para lo cual Dios me ha llamado. Me quitan el tiempo, me mantienen preocupada y ocupada en cosas que no contribuyen al objetivo primordial que Dios tiene para mí. Si te puedes identificar con esto, lo que voy a decirte a continuación es muy importante. Presta atención.
Cualquier cosa que está interponiéndose entre tu relación con Dios y el llamado que El tiene para tu vida, no se compara con lo que El te quiere dar. Tú y yo tenemos una mente finita que no puede imaginarse eso que El ha planeado para tu vida y la mia. La Biblia nos lo dice así: “Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente ha imaginado, lo que Dios tiene preparado para quienes lo aman” 1 Corintios 2:9.
Cuando no comprendemos lo que Dios nos ofrece y ha puesto a nuestra disposición, ésta es la razón por la que vivimos en el mismo sitio de hoy, mañana y pasado mañana. Los años pasan y nos encontramos estancadas en el mismo sitio. No hemos comprendido el supremo valor de esa vida nueva a la que El nos ha llamado y nos quiere dar.
Ya es tiempo de decir ¡YA NO! a todo aquello que está impidiendo que gocemos de esa vida nueva. Nuestro tiempo en esta tierra es limitado. Por esto tenemos que aprovechar cada momento para vivir en la abundancia que El nos ofrece. Vivamos como sabios, no como necios, aprovechando bien el tiempo:  “Así que tengan cuidado de su manera de vivir. No vivan como necios sino como sabios, aprovechando al máximo cada momento oportuno, porque los días son malos” Efesios 5:15-16.
Otra exhortación que el mismo Pablo nos da en cuanto a la manera de vivir que debemos acatar está en 1 Tesalonicenses 5:5: “Todos ustedes son hijos de la luz y del día. No somos de la noche ni de la oscuridad”.
¿Tienes algunas cosas en tu mente que necesitan un ¡YA NO! en tu vida? Hoy es el día de decisión. Dí un ¡YA NO! rotundo y empieza a vivir en la plenitud de lo que Dios tiene para tu vida.
Fuente: El rinconcito de la Paz

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