Señor enséñanos a orar...
TU RELACIÓN ÚNICA CON DIOS
Un día estaba Jesús orando en cierto lugar. Cuando terminó, le dijo uno de sus discípulos: "Señor, enséñanos a orar".
—Lucas 11:1
Los discípulos habían visto sin duda la persistencia de Jesús en la oración, pero la idea de que podían ir en oración y luego volver con la respuesta que necesitaban era nueva. Ciertamente eran conscientes de que los patriarcas habían orado y conversado con Dios así como Adán y Eva lo habían hecho en el jardín del Edén, pero esos individuos eran especiales, ¿no? Dios los había llamado a esa relación única con Él. ¿Podría ser realmente que Dios quisiera la misma clase de relación con cada uno de los discípulos? Jesús les enseñó que la respuesta era sí.
Padre, tú me ves y me conoces y nunca me olvidarás. Tú has grabado mi nombre en la palma de tu mano. Antes de que me formases en el vientre de mi madre, me conociste. Yo soy tuyo, y tú eres mío. No voy a dudar de tu amor por mí. Yo soy tu oveja y tú diste tu vida por mí; no hay amor más grande que ese. Gracias, Padre, por tu amor sin igual por mí. Tú me proteges, me guías, y me coronas con tu favor. Como el salmista, cantaré de tu amor por siempre. En el nombre de Jesús, amén.
Fuente : actíva el poder de Dios cada mañana
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