Olvidar el yo...
"Todo hombre sea pronto para oír y tardo para hablar" (Santiago 1:19)
"Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo, no mirando cada uno por lo suyo propio sino (....) por lo de los otros"
Cuando escucho a un amigo debo recordar que tengo que concentrarme en él cómo se me ve, que piensa él de mi o que debo decir a continuación. Pongamos a los demás en primer lugar y escuchemos con atención, compenetrados en quién está delante,y olvidándonos de nosotros mismos.
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