Los hombres no se arrepienten a causa de una mujer enojada y criticona. Puedes insistir en arrepentimiento, y lo más probable es que perderás a tu marido. O puedes “cortejar” a tu marido y recuperar su favor. Entiende que estas luchando por la preservación de la más noble institución de Dios sobre la tierra – la familia ¡tu familia! Hazte más atractiva que la secretaria. Tu puedes ganar si estas dispuesta a renunciar a tu orgullo.
Si quieres conservar a tu marido y al padre de tus hijos, vas a tener que olvidarte de tus derechos como esposa y olvidar el compromiso cristiano de él con sus votos. Debes actuar como si tú y la secretaria estuvieran en una competencia abierta por este hombre. Tu marido amará lo que es atractivo para él. Tú debes ser más hermosa que ella. Debes ganarle en su propio juego. El hombre se siente atraído por la vulnerabilidad de una mujer – la necesidad, la dependencia. Cuando ella está físicamente consiente de él, impresionada con él, emocionalmente estimulada por su presencia ella lo excita a él. Si una mujer le comunica al hombre que él le trae consuelo, que se siente segura con él, el responderá. Yo creo que la secretaria sabe esto y lo usa para su ventaja. Ella ha apelado a la sabiduría de él para ayudarla cuando se siente lastimada o caída. Lo ve con admiración y puedes estar segura que en más de una ocasión le ha dicho, “¿Por qué mi marido no puede ser como eres tú?” Sospecho que si tu marido no estuviera besándole los pies, algún otro hombre en la oficina ocuparía rápidamente su lugar, y ella estaría usando la misma táctica con él. Quisieras torcerle el pescuezo – y yo quisiera ayudarte a hacerlo… Bájate al nivel emocional de tu marido y hazte más atractiva que esa muchacha de la oficina, y hazlo ya, ¡hoy!
Es un error que una esposa de por sentado su posición, que imagine que solo por “ser marido y mujer” habrá amor y contentamiento. En un mundo perfecto, casada con un hombre perfecto, tus votos serian sagrados. Nunca exijas que un hombre te ame y cuide solo porque es su deber hacerlo. Gánate cada sonrisa y momento compartido. Cultiva su amor por ti. Pide a Dios que él pueda recordar la hermosura y belleza que lo atrajeron a ti en un principio.
Te conviene aprender a usar encantos femeninos. La mujer retiene a su marido con los hilos frágiles de la adoración, la gratitud, el deleite y los buenos ratos. El necesita oír alegría y aprecio en tu voz cuando le hablas, cuando estés hablando de cosas cotidianas. Necesita esto tanto, y quizás más que el alivio sexual…
Recuerda, estas luchando contra una mujer que es de las de a peso la docena. Abundan dondequiera. Listas para robarse el corazón del hombre que se siente menospreciado y desatendido. El arma de tu milicia es tu propia deleitosa, radiante y amable persona encantadora…
Tu misma dulzura y gratitud hacia tu marido hará que esa libertina de la oficina se sienta inferior a ti. Y tu inocencia” y confianza harán que todos los hombres en la oficina se sientan molestos con “la mujer” por sus insinuaciones deshonestas. Sera fortalecido el espíritu de tu marido.
Se creativa y agresiva en los momentos privados e íntimos. Mantenlo sexualmente agotado en casa para que no tenga ninguna necesidad sexual en el trabajo. Si tú lo alimentas bien, emocionalmente y sexualmente, no se sentirá tentado por la cocina de ella. Dios está a tu lado. Lucha y gana.”
Autora: Karisa Rivera
Adaptación: Flor de Cristo
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